Desde siempre quise estudiar psicología.

Me apasionaba la idea de poder entender la conducta de las personas y poder ayudar a tratar problemas relacionados con la salud mental. Me formé como psicóloga en la UIB y al cursar mi último curso de la licenciatura empecé a colaborar con un grupo de investigación pionero a nivel estatal en el estudio de enfermedades mentales de alta prevalencia.

Lo que en principio tenia que ser una formación práctica se convirtió en mi trabajo durante 11 años.

En este grupo pude desarrollarme y crecer como psicóloga, ejerciendo tareas asistenciales (estuve como psicóloga en la unidad de psiquiatría y psicología clínica del Hospital Joan March), docentes (colaborando en las clases prácticas de las asignaturas de psicopatología y trastornos psicóticos) e investigadoras (participando en proyectos nacionales e Internacionales). Durante estos años empecé a trabajar en consultas privadas, tratando problemas psicológicos y conductuales.

En el 2012 me empecé a interesar por la relación de la psicología con el deporte y me formé en la UNED como psicóloga del deporte. Una vez terminada mi formación entré a formar parte del equipo técnico del Club Deportivo Manacor donde pude desarrollar durante tres temporadas mi trabajo con los equipos de fútbol base, entrenadores y padres.

En medio de todo este recorrido encontré ESPLÀ, un centro multidisciplinar en el que pude unificar todas mis inquietudes profesionales, como psicóloga del área de adultos y del deporte, así como mi actual faceta de coordinadora, gestionando proyectos del centro, formaciones y de gestión de equipo.