Así como algunas personas tienen claro a qué quieren dedicarse desde que son muy jóvenes, en mi caso no fue hasta bachillerato que tuve realmente claro a qué quería dedicarme.

Descubrí la logopedia y ya no existía una segunda opción en mi mente.

Al iniciar la carrera tenía claro que me gustaría trabajar con niños y ayudarles con cualquier dificultad que tuviesen así fuera de lenguaje, habla, voz o deglución. Mi sorpresa fue cuando al realizar las prácticas durante mis estudios también descubrí el área de adultos y también me fascinó.
Así que al acabar la carrera me especialicé en terapia miofuncional para poder ayudar tanto a adultos como a niños y adolescentes, pero sin dejar de lado la parte infantil así que también me formé en atención temprana.

Durante mi trayectoria profesional he tenido la necesidad de seguir formándome para poder ofrecer lo mejor de mí y, además de diferentes formaciones destacaría el experto en dislexia, ya que observaba que había mucha población infantil con dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura y quería poder ayudarles y enseñarles de la mejor manera.

Actualmente sigo formándome, en este caso en el área neonatal ya que durante mi formación de terapia miofuncional descubrí la ayuda que podía ofrecer a neonatos y a las familias y me pareció muy interesante. Por eso me estoy formando en disfagia neonatal y en asesora de lactancia IBCLC.

He tenido la oportunidad de trabajar en el Hospital san Juan de Dios con adultos con dificultades neurológicas y en centros de desarrollo infantil dónde he aprendido mucho, y ahora estoy encantada de poder formar parte del equipo ESPLÀ y poder seguir creciendo tanto de manera profesional como personal.