TDAH – Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a muchos de niños y niñas y que continua en la edad adulta.
El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.
Las personas con TDAH muestran un patrón persistente de tres diferentes tipos de síntomas: Dificultad para prestar atención (falta de atención) Actividad o inquietud excesiva (hiperactividad) Actuar sin pensar (impulsividad).
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a muchos de niños y niñas y que continua en la edad adulta.
El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.
Las personas con TDAH muestran un patrón persistente de tres diferentes tipos de síntomas: Dificultad para prestar atención (falta de atención) Actividad o inquietud excesiva (hiperactividad) Actuar sin pensar (impulsividad).
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología psiquiátrica que padece entre un 2 y un 5% de la población infantil. Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la Psiquiatría Infanto-Juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica.
¿Cuándo debo sospechar que mi hijo o hija pueda tener TDAH?
Una persona con falta de atención a menudo:
- No presta mucha atención a los detalles o comete errores por descuido en el colegio o durante otras actividades.
- Tiene dificultad para mantener la atención en las tareas, por ejemplo, durante la explicación del profesor.
- No parece escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones ni termina sus tareas en el lugar de trabajo.
- Tiene dificultad para organizar sus tareas y actividades, por ejemplo, no hace un buen manejo de la agenda escolar.
- Evita, no le gusta o se muestra renuente a participar en tareas que requieran un esfuerzo mental continuo (se suele ver cuando alguna tarea escolar es larga o le cuesta).
- Pierde cosas necesarias para hacer sus tareas o actividades (se olvida el material o lo pierde).
- Se distrae con facilidad por pensamientos o estímulos irrelevantes.
- Es olvidadiza en las actividades diarias.
Una persona con hiperactividad e impulsividad a menudo:
- Sacude, mueve o toquetea las cosas con las manos o los pies o se retuerce en el asiento (por ejemplo, cuando mira la televisión).
- Se levanta del asiento en situaciones en que se espera que permanezca sentada (por ejemplo, durante las comidas, no aguanta sentado/a).
- No puede mantenerse quieto/a por períodos prolongados.
- Es incapaz de participar con calma en actividades (suelen tener un juego ruidoso y van cambiando mucho de actividad).
- Habla mucho.
- Tiene dificultad para esperar su turno, como cuando está en una fila.
¿QUÉ TRATAMIENTO PUEDE RECIBIR MI HIJO SI TIENE TDAH?
El tratamiento debe plantearse desde un enfoque multidisciplinar y multimodal. Debido al impacto que tiene el trastorno sobre las diferentes áreas de la vida del afectado, es necesario atender e intervenir sobre los aspectos cognitivos, conductuales, educativos, afectivos, familiares y sociales.
El tratamiento farmacológico para el TDAH se presenta principalmente en dos formas:
- Tratamiento con medicamentos psicoestimulantes.
- Tratamiento con medicamentos no psicoestimulantes.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología psiquiátrica que padece entre un 2 y un 5% de la población infantil. Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la Psiquiatría Infanto-Juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica.
Una persona con falta de atención a menudo:
- No presta mucha atención a los detalles o comete errores por descuido en el colegio o durante otras actividades.
- Tiene dificultad para mantener la atención en las tareas, por ejemplo, durante la explicación del profesor.
- No parece escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones ni termina sus tareas en el lugar de trabajo.
- Tiene dificultad para organizar sus tareas y actividades, por ejemplo, no hace un buen manejo de la agenda escolar.
- Evita, no le gusta o se muestra renuente a participar en tareas que requieran un esfuerzo mental continuo (se suele ver cuando alguna tarea escolar es larga o le cuesta).
- Pierde cosas necesarias para hacer sus tareas o actividades (se olvida el material o lo pierde).
- Se distrae con facilidad por pensamientos o estímulos irrelevantes.
- Es olvidadiza en las actividades diarias.
Una persona con hiperactividad e impulsividad a menudo:
- Sacude, mueve o toquetea las cosas con las manos o los pies o se retuerce en el asiento (por ejemplo, cuando mira la televisión).
- Se levanta del asiento en situaciones en que se espera que permanezca sentada (por ejemplo, durante las comidas, no aguanta sentado/a).
- No puede mantenerse quieto/a por períodos prolongados.
- Es incapaz de participar con calma en actividades (suelen tener un juego ruidoso y van cambiando mucho de actividad).
- Habla mucho.
- Tiene dificultad para esperar su turno, como cuando está en una fila.
El tratamiento debe plantearse desde un enfoque multidisciplinar y multimodal. Debido al impacto que tiene el trastorno sobre las diferentes áreas de la vida del afectado, es necesario atender e intervenir sobre los aspectos cognitivos, conductuales, educativos, afectivos, familiares y sociales.
El tratamiento farmacológico para el TDAH se presenta principalmente en dos formas:
- Tratamiento con medicamentos psicoestimulantes.
- Tratamiento con medicamentos no psicoestimulantes.